La inflación es un concepto muy conocido, pero mucha gente no comprende lo que realmente es, ni es consciente de sus graves consecuencias.

Para ilustrar qué es y cómo nos afecta la inflación, en este vídeo nos basamos en cálculos y datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística  en España.

Vamos a ver qué es exactamente la inflación, por qué los precios no bajan cuando la inflación se reduce sino que siguen subiendo, las causas y consecuencias de la inflación para los ciudadanos, y terminaremos viendo cómo hacerle frente y protegernos ante ella. Empezamos.

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La inflación es una medida de cuánto suben los precios en una economía durante un periodo de tiempo, y en relación a una moneda concreta. Se suele expresar como porcentaje. Por ejemplo, si en un año concreto en España hay una inflación del 5%, esto significa que los precios de todos los bienes y servicios en general son un 5% más caros al final del año que al principio.

Gran parte de los economistas consideran que un poco de inflación es positiva para que la economía crezca de forma sana. Por eso, el Banco Central Europeo y la Reserva Federal [mostrar frase sobre el vídeo], que son los responsables del euro y del dólar, intentan que la inflación en la Eurozona y en Estados Unidos ronde el 2%.

Cuando hay inflación, los precios suben y casi todo nos cuesta más: la comida, el transporte, la ropa, y otros productos y servicios. Muchos convenios de empresa incluyen una subida anual de los salarios equivalente a la inflación. Así, los trabajadores no pierden poder de compra frente a esas subidas de precios.

Mucha gente piensa que si la inflación baja, entonces los precios también. Pero no es así. Lo que sucede en realidad es que los precios siguen subiendo, pero a menor ritmo. Vamos a verlo muy claro con un breve ejemplo.

Imagina que a final de 2022 un kilo de manzanas costaba 5€ en España. Supongamos que la inflación en 2023 fue del 10%, y en 2024 del 7%, y que las manzanas aumentaron su precio en esa misma medida. La inflación en 2024 se redujo con respecto a 2023, un 7% frente a un 10%. Pero las manzanas fueron cada vez más caras. Al terminar 2023 el kilo costaba ya 5,50€, y a final de 2024 ya costaba 5,89€, todavía más. Por eso, que la inflación baje no es lo mismo a que bajen los precios.

Dicho esto, sí puede haber momentos en los que los precios bajen. Se conoce como deflación, que no es más que una inflación negativa. Por ejemplo, en 2020 en España hubo una inflación del -0,5%, es decir, hubo deflación. Los precios al final de año eran un 0,5% más bajos que al principio.

Ya hemos visto qué es la inflación y por qué cuando la inflación se reduce los precios no bajan. Vamos a ver ahora cómo nos afecta la inflación a los ciudadanos.

La inflación tiene un impacto directo en nuestras vidas. Cuando los precios suben y los sueldos no lo hacen al mismo ritmo, perdemos poder adquisitivo. Podemos comprar menos cosas con el mismo dinero. Pagamos más al hacer la compra, al llenar el depósito de gasolina o en la factura de la luz. Es decir, la inflación nos empobrece.

Otro efecto silencioso de la inflación es que se come nuestros ahorros. Imagina que tienes 10.000€ en una cuenta bancaria. Si hay una inflación anual del 10%, al cabo de un año esos 10.000€ tendrán un valor real de 9.000€. El dinero en tu cuenta no se reduce, siguen siendo 10.000€, pero podrás comprar las mismas cosas que un año antes costaban solo 9.000€.

Si la inflación es muy elevada, las consecuencias se vuelven más graves. Cuando los precios suben con fuerza mes tras mes, resulta muy difícil planificar nada a largo plazo, hay que vivir al día. Es casi imposible planificar la compra de una casa o realizar un plan financiero para un negocio.

Cuando la inflación ronda el 2 ó 3%, como es lo habitual la mayor parte del tiempo en Estados Unidos y la Eurozona, estas consecuencias no son demasiado graves porque la inflación es reducida. Pero en otros países, o en situaciones complicadas como la vivida tras la pandemia del covid-19 [mostrar frase sobre el vídeo], la inflación puede alcanzar niveles que de verdad afecten mucho a los ciudadanos.

Y esas son las consecuencias que la inflación puede tener para nosotros. Ahora vamos a ver cómo se calcula la inflación, cuáles son sus causas, y cómo evitar que nos afecte demasiado.

Cada país tiene su propio método para calcular la inflación, pero es bastante similar en la mayoría de países desarrollados. Las diferencias reflejan los distintos hábitos de consumo que hay en cada país.

En España la inflación se mide con el Índice de Precios al Consumo o IPC, un indicador calculado por el Instituto Nacional de Estadística.

El proceso es el siguiente. Primero, se elige una cesta de la compra teórica que representa el consumo de la mayoría de la población española: comida, transporte, ropa, ocio, y más. A cada producto y servicio se le asigna un peso en función de su importancia dentro del gasto de los hogares españoles. Por ejemplo, la comida tiene más peso que la factura de internet.

Cada mes, el INE recoge unos 200.000 precios de miles de establecimientos y negocios de toda España. Para cada precio, compara su valor actual con el del mes anterior para ver la variación.

Combinando estas variaciones de precios con los pesos asignados a cada producto y servicio, se calcula el IPC general, que sirve como referencia para los precios del país en conjunto. Hay datos mensuales y anuales. En este gráfico vemos la evolución del IPC interanual en España. En los últimos 30 años ha estado en general por debajo del 5%, salvo en 2021 y 2022.

En el fondo, la inflación la determina el equilibrio entre oferta y demanda de dinero. Si se introduce más dinero en la economía pero la oferta de productos y servicios se mantiene, los precios tienden a subir.

Un ejemplo claro es cuando los bancos centrales emiten nuevo dinero. Esto ocurrió en 2020, cuando pusieron en marcha planes de estímulo para paliar las duras medidas económicas y sociales que se tomaron durante la pandemia. Esa inyección de dinero provocó una fuerte inflación que salió a la luz en la segunda mitad de 2021, y sobre todo en 2022.

Hay otros muchos factores que pueden empujar los precios al alza. Por ejemplo:

  • Una mala cosecha de cereales dentro de un país hará que su precio sea más caro, y todos los productos que los utilizan como insumo, también.
  • Si los bienes y servicios que un país importa se encarecen, esto provocará inflación interna.
  • Si una guerra o una crisis energética encarecen algunas materias primas, esto genera también inflación.

 

Cuando la inflación se dispara, los bancos centrales suben los tipos de interés. Los tipos de interés fijan el precio al que se presta el dinero en la economía. Si el crédito es más caro, los ciudadanos y empresas acceden menos a él, tienen menos dinero disponible y en consecuencia gastan menos. Así, la inflación se reduce.

En casos de inflación mucho más grave como la de Argentina, solucionar el problema requiere de medidas más drásticas. Cuando Javier Milei llegó al poder en diciembre de 2023, la inflación mensual en Argentina superaba el 25%. Gracias a eliminar el déficit público del estado argentino, entre otras medidas importantes, la inflación se ha reducido por debajo del 2% mensual en apenas año y medio.

 

Como ciudadanos no podemos evitar que los precios suban. Pero hay varias cosas que podemos hacer para que esa subida nos afecte lo menos posible.

Lo primero es no perder poder adquisitivo. Si hay inflación, tenemos que asegurarnos de que nuestros ingresos aumenten al mismo ritmo, o más rápido. Quien trabaje por cuenta ajena, es posible que su empresa actualice el sueldo con el IPC, y con eso ya mantiene el ritmo de la inflación. Si no es el caso, hay que luchar por conseguir esas subidas de sueldo o intentar generar ingresos extra, de lo contrario, la inflación nos empobrece.

Lo segundo es proteger nuestros ahorros para que no pierdan valor. Tiene sentido tener cierta cantidad de dinero disponible en una cuenta bancaria, por si lo necesitas para algún imprevisto como que se te estropee la lavadora o el coche.

Pero salvo esa excepción, conviene invertir nuestro dinero en activos que se revalorizan más que la inflación. Puede ser renta fija, oro, inversión inmobiliaria, o el activo más rentable de la historia a largo plazo: la bolsa.

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Si te ha gustado este vídeo, aquí te dejamos otro sobre cómo afectan los tipos de interés a las inversiones, y que también te puede gustar.

Gracias por ver hasta el final y nos vemos en un próximo vídeo, aquí, en el canal de Cobas.

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