España es un país de propietarios de vivienda. Un enorme porcentaje de la población posee la casa en la que vive. En cambio, una parte minoritaria de los españoles invierte en bolsa. ¿Cuál de las dos opciones es más rentable? En este vídeo te lo contamos.

España es un país de propietarios de vivienda. Los datos son aplastantes.

Un 76% de la población es propietaria de la casa en la que vive, y el 24% restante vive de alquiler. Este es un dato muy superior al de otros países grandes de Europa, como por ejemplo Francia donde el 65% son propietarios, o Alemania, donde son menos del 50%.

Otro dato muy llamativo es que más de la mitad de los mayores de 65 años posee una segunda vivienda. Es decir, no solo hay muchos propietarios, sino que una parte significativa tiene más de una vivienda.

En la sociedad española está instalada la idea de que el precio de la vivienda siempre sube, nunca baja.

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La realidad es que el precio medio del metro cuadrado de vivienda en España tuvo un máximo de 2.115€ en junio de 2007. Hasta mayo de 2024, cuando alcanzó los 2.120€, no había superado ese valor. Es decir, el precio tardó prácticamente 17 años en recuperarse.

El tamaño medio de la vivienda en España son 122 metros cuadrados. Siendo el precio del metro cuadrado superior a los 2.100€, el valor medio de una vivienda es superior a 250.000€

El precio de la vivienda no es el único factor importante. Cuando alguien compra una vivienda a modo de inversión, no solo espera obtener un beneficio por la revalorización de su precio, sino por la rentabilidad de poner esa vivienda en alquiler.

En el año 2023, la rentabilidad del alquiler de vivienda en España fue de un 6,4%. Y durante los años previos esa rentabilidad había oscilado entre el 6 y el 7%.

Vamos a fijarnos en los datos de la última Encuesta Financiera de las Familias realizada por el Banco de España] en 2022. Aquí están los datos más relevantes:

  • Un 12,5% de los hogares posee acciones cotizadas en bolsa, y el valor mediano de esta inversión es de 7.000€.
  • Un 9,6% de los hogares posee fondos de inversión, con un valor mediano de casi 25.000€.
  • Un 2,7% de los hogares posee acciones no cotizadas en bolsa y participaciones, con un valor mediano de poco más de 11.000€.

Es decir, menos del 25% de los hogares españoles invierten en bolsa a día de hoy. Y entre quienes invierten, el valor mediano de la inversión es de menos de 25.000€.

Hay 3 veces más propietarios de vivienda que inversores en bolsa, y el valor de cada vivienda multiplica por 10 el valor mediano de las inversiones en bolsa.

Para ver la rentabilidad de la bolsa vamos a fijarnos en la rentabilidad media anual en los últimos 30 años de dos índices bursátiles.

El índice S&P 500 recoge las 500 mayores empresas de Estados Unidos. Entre 1993 y 2023, su rentabilidad media anual contando los dividendos repartidos por las empresas fue de más del 10%.

El índice IBEX 35 recoge las 35 empresas más importantes de España. Entre 1993 y 2023, su rentabilidad contando los dividendos fue de casi el 7,5% anual de media.

En el mundo de las finanzas y la inversión hay pocas verdades universales, casi siempre hay matices. En esta cuestión hay varios factores importantes, algunos favorecen a la bolsa y otros a la inversión inmobiliaria. Vamos a verlos.

Es difícil prever si el precio de la vivienda va a subir o no, hasta 2024 no recuperó los precios de 2007. En cuanto al alquiler, la rentabilidad es de algo más del 6% anual. La rentabilidad de los índices bursátiles que hemos visto va del 7,5% a más del 10% medio anual.

Es decir, la bolsa supera a la vivienda en cuanto a rentabilidad a largo plazo según los datos que hemos visto.

Los fondos de inversión en bolsa tienen comisiones anuales que van desde el 0,5% a más del 2%, según el tipo de fondo. Y algunos tienen otras comisiones adicionales, como la de depósito o la de reembolso. Por fortuna, la creciente competencia del sector empuja esas comisiones a la baja, beneficiando a los inversores.

En el caso de la vivienda los gastos suelen ser más elevados. Al comprar la vivienda hay varios costes a los que debemos hacer frente.

El primero son los impuestos. Si la vivienda es nueva, hay que pagar un 10% de IVA. Si es de segunda mano, hay que pagar entre un 6 y un 10% de Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales, en función de la comunidad autónoma en la que se encuentre el inmueble. Así, de media se pagan entre 15.000 y 25.000€ en impuestos al comprar una vivienda.

El segundo gasto son las comisiones de la agencia inmobiliaria. Aunque lo habitual es que sea el vendedor quien costee las comisiones, no siempre es así. Suelen ser de entre el 3 y el 7% del valor de venta de la vivienda, una media de entre 10.000 y 15.000€ aproximadamente.

También tenemos los gastos de tasación, que normalmente oscilan entre los 100 y los 500€.

Una vez adquirida la vivienda, tenemos el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), las cuotas de comunidad, el mantenimiento y renovación de electrodomésticos y otros elementos, y el seguro de hogar. Eso sin contar los gastos derivados de un posible mal inquilino que no paga a tiempo o que hace un uso inadecuado de la vivienda.

Estos gastos dependen en gran medida de cada caso concreto, pero en general, podemos asumir que son claramente superiores a los gastos de la inversión en bolsa.

Tenemos la percepción de que invertir en bolsa es muy arriesgado, y en cambio una vivienda es de los activos más seguros que hay. Pero esto no es necesariamente así.

La inversión en bolsa es volátil, pero si se realiza a largo plazo y de forma diversificada, el crecimiento está poco menos que asegurado. Los datos históricos así lo demuestran.

En cuanto a la vivienda, a priori el riesgo es reducido. Pero si compramos con intención de alquilar y obtener rentabilidad, hay cosas que pueden afectarnos muy negativamente. Por ejemplo, la legislación del mercado del alquiler.

En resumen, a largo plazo invertir en bolsa no es más arriesgado que hacerlo en vivienda.

Aquí la vivienda es la clara vencedora. Los bancos prestan hipotecas para comprar vivienda, lo cual permite al inversor apalancarse y adquirir una casa de un valor mucho mayor que el dinero que tiene disponible.

Pedir un préstamo para invertir en bolsa es mucho más complicado, y las entidades financieras a priori no los ofrecen.

Viendo los elementos que acabamos de comentar no hay un claro ganador. Aunque la bolsa tiene en general mayor rentabilidad, y suele ser más barato y sencillo invertir.

Sabiendo esto, la enorme diferencia entre propietarios de vivienda e inversores en bolsa en España no tiene justificación financiera. Es cierto que la mayoría de propietarios poseen su vivienda para vivir en ella, pero no deja de ser también una forma de atesorar sus ahorros en un activo.

Quizá esto se explica en buena parte por el desconocimiento que existe sobre la inversión en bolsa, y la falsa creencia de que es algo arriesgado en lo que pocas personas consiguen rentabilidad positiva. Este canal de YouTube y el resto de contenidos de Cobas tienen el objetivo de acercar este conocimiento a toda la población.

Si quieres invertir en bolsa siguiendo la filosofía del value investing, visita nuestra web cobasam.com y echa un vistazo a los fondos de inversión que tenemos disponibles.

Si te ha gustado este vídeo, aquí te dejamos otro sobre el efecto de la inflación en las hipotecas españolas, y que también te puede gustar.

Gracias por ver hasta el final y nos vemos en un próximo vídeo, aquí, en el canal de Cobas.

 

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