Durante décadas hemos vivido con la idea de que el Estado siempre garantizará una pensión suficiente. Pero los números cuentan una historia distinta. Hoy, la Seguridad Social ingresa unos 130.000–140.000 millones para pagar pensiones, pero necesita más de 200.000 millones. Cada año faltan entre 60.000 y 70.000 millones. Ese desfase ya se cubre con transferencias que salen de los presupuestos del Estado, mermando otras necesidades clave como pueden ser sanidad, educación, etc.

Y esto ocurre antes de que la generación del baby boom esté plenamente jubilada.

Si a eso sumamos el evidente envejecimiento de la población y la caída del número de cotizantes, el mensaje es claro:
habrá pensiones públicas, pero es muy probable que no sean tan generosas como las actuales.

España disfruta hoy de una de las tasas de sustitución más altas de Europa —alrededor del 80 % del último salario—, muy por encima del entorno OCDE, que ronda el 50 %. Mantener esa generosidad en el futuro es extremadamente difícil en las condiciones actuales.

 

No es catastrofismo: es anticipación

El verdadero problema no es “que no vayamos a cobrar pensión”, sino que la pensión no alcance para mantener nuestro nivel de vida. Y esperar a que el Estado resuelva todo no es una estrategia prudente. Sobre todo, en un país donde las reformas profundas se topan con un obstáculo evidente: hay más votantes mayores que jóvenes, lo que dificulta introducir cambios de calado sin coste político.

Mientras tanto, la vida avanza. Y lo que hoy vemos lejano —la jubilación— llega antes de lo que pensamos.

 

De la cultura del ladrillo a la cultura del ahorro diversificado

En España hemos concentrado la mayor parte de nuestro patrimonio en un único activo: la vivienda. Tener casa aporta estabilidad, pero no es suficiente para financiar 20 o 30 años de jubilación. Además, es un activo poco líquido y fuertemente dependiente del mercado local.

Otros países desarrollados diversifican mucho más, destinando gran parte del ahorro familiar a fondos, planes, acciones o planes de empleo. La diferencia es que allí la población participa sistemáticamente en la economía a largo plazo, beneficiándose del crecimiento de las empresas y no solo del de la vivienda.

El paso que muchos españoles aún no han dado es justo ese: complementar la vivienda con inversión financiera a largo plazo, constante y disciplinada.

 

¿Y qué papel juegan los planes de pensiones y los planes de empleo?

Durante años los planes de pensiones arrastraron mala fama por productos mal gestionados o comercializados sin vocación de rentabilidad. Pero eso no define al vehículo, sino a algunos productos concretos.

Un plan de pensiones puede invertir en los mismos activos que un fondo de inversión, con ventajas importantes:

  • ayuda a generar hábito de ahorro,
  • evita la tentación de gastar antes de tiempo,
  • y permite aprovechar beneficios fiscales que multiplican el ahorro a largo plazo.

Los planes de empleo —tanto para empresas como para autónomos— serán además una pieza clave del futuro. Las compañías pueden usarlos como beneficio social para mejorar el bienestar financiero de sus empleados, y los autónomos encuentran en ellos una herramienta fiscalmente eficiente y muy necesaria para un colectivo que depende especialmente de su propio ahorro.

 

¿Qué puedes hacer hoy?

Dar el primer paso, aunque sea pequeño

La clave no es adivinar el futuro, sino prepararlo.
No importa si empiezas con 25, 50 o 100 euros al mes: la constancia es infinitamente más importante que la cantidad inicial. Y cuanto antes se empiece, más trabaja el interés compuesto a nuestro favor.

 

Cómo puede ayudarte Cobas AM en este camino

En Cobas Asset Management creemos en el ahorro inteligente, la disciplina y el largo plazo. Por eso ponemos a disposición del ahorrador soluciones diseñadas específicamente para complementar la pensión pública:

Planes de Pensiones Individuales

Pensados para quienes quieren construir un ahorro sólido con una filosofía de inversión clara, ventajas fiscales y un horizonte de largo plazo.

Planes de Empleo para Empresas (Cobas Empleo 100 PPE)

Una herramienta para que las compañías aporten verdadero bienestar financiero a sus empleados, retengan talento y lo hagan de forma fiscalmente eficiente.

Planes de Empleo Simplificados para Autónomos

Un producto esencial para un colectivo que necesita complementar sí o sí su pensión futura. 100 % digital, sencillo y con importantes incentivos fiscales.

Cobas Plus

La solución más innovadora: convierte compras cotidianas en aportaciones automáticas para tu plan de pensiones. Una forma sencilla de ahorrar sin darte cuenta, ideal para quienes necesitan un mecanismo que les ayude a ser constantes.

 

Conclusión: la pensión pública será un apoyo.

Lo que marque la diferencia será tu ahorro.

El sistema seguirá existiendo, pero su capacidad para sostener nuestro nivel de vida será menor. La mejor respuesta es anticiparse: ahorrar, invertir y construir desde hoy la parte de tu futuro que el Estado no podrá darte.

En pensiones, como en casi todo, hay una frase que siempre se cumple:
el mejor momento para empezar fue ayer. El segundo mejor, hoy.

 

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