El mercado es como un péndulo, que oscila de un extremo a otro. Cuando los acontecimientos son positivos, normalmente todo se interpreta de esa forma y los eventos negativos suelen ignorarse. Esto suele provocar que los precios de los activos suban, y la tolerancia al riesgo no suele tener límites en los momentos más alcistas del mercado. Cuando la situación cambia, los acontecimientos son negativos y ocurre todo lo contrario, la tolerancia al riesgo desaparece y, por tanto, los precios de los activos bajan.

 

En momentos de extrema negatividad, los precios de los activos bajan tanto que el riesgo de pérdida permanente es altamente improbable, lo que nos ofrece muy buenas oportunidades de inversión con bajo riesgo y alta rentabilidad en el medio plazo. Deshacer posiciones en fases del mercado de máxima negatividad supone cristalizar las pérdidas en el peor momento. Probablemente es el mayor error que podemos cometer en una inversión. Sin embargo, invertir en esos momentos de mercado, con una visión a medio plazo, es poner las probabilidades a trabajar claramente a tu favor. 

 

En un escenario como el actual, en el que todo lo que lees y escuchas es negativo, se suele retroalimentar dibujando escenarios de catástrofe. Se lleva todo al extremo, no hay nadie positivo. Lo más difícil en ese momento es ser contrarían. Es decir, hacer lo contrario de los demás, ir contracorriente. Hoy es muy complicado saber estar solo. 

 

Al final, debemos pensar que estamos comprando pequeños trozos de buenos negocios y siempre poner en relación el precio (lo que pagas) respecto a su valor (lo que recibes), que se fundamenta en su capacidad de generación de beneficios de forma sostenible.

Cuando entramos en un escenario como el actual, es posible encontrar empresas con más caja neta que lo que valen en el mercado. Simplificándolo un poco, es como comprar una casa, y cuando entra el nuevo dueño por primera vez en ella, se encuentra en el recibidor un cheque para él por un valor mayor de lo que ha pagado por la casa. ¿Verdad que no se encuentran estas oportunidades por la calle?

En una situación similar, te llegas a preguntar: ¿pero puede caer más la cotización de esta compañía? Aunque parezca difícil, sí. Algún ejemplo estamos viendo estos días de compañías que tenemos en cartera en Cobas. Esto puede ocurrir por pánico, necesidad, ignorancia (gestión pasiva), algo que parece difícilmente entendible para un inversor racional.

Niveles de máxima incertidumbre

También encontramos buenas empresas, con un buen balance cotizando a 2/3X veces beneficios normalizados. Es decir, compramos la casa, la alquilamos y en un par de años, con la cuota del alquiler que hemos recibido, pagamos la casa. Éstas son algunas de las oportunidades que el mercado ofrece hoy, y es por lo que el péndulo del mercado nos está abriendo una gran oportunidad.

Es probable que durante estos días estemos cercanos a los niveles de máxima incertidumbre (los índices se aproximan a la caída media en un mercado bajista, alrededor de un 40% desde su máximo). Mientras uno debe reconocer y cuantificar los impactos negativos que algunos negocios tendrán, también debe ponderarlo, dado los precios a los que cotizan, con las oportunidades que se abren para el medio plazo.

La experiencia acumulada de otros ciclos nos demuestra que las mejores oportunidades de inversión surgen en los momentos peores, cuando el sentimiento es muy negativo.

Como bien recuerda el maestro Warren Buffett: “Sé temeroso cuando los demás sean avariciosos y sé avaricioso cuando los demás sean temerosos”.

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